¿Por qué un medicamento veterinario puede acabar, al mismo tiempo, con microorganismos colonizadores de porcinos y de pollos? Porque dos bacterias diferentes pueden tener algo en común: ser sensibles a la acción de un mismo principio activo. Y es lo que ocurre con el principio activo que conforma Lincoxil: la lincomicina. La lincomicina es un antibacteriano lincosamínico, cuya labor consiste en inhibir la síntesis proteica, al entrar en unión con la subunidad 50 S ribosomal. En función de la vulnerabilidad de los microorganismos patógenos, y de su propia concentración, su capacidad podrá ser bactericida o bacteriostático, con un espectro de acción específico frente a bacterias Gram positivas y frente a microorganismos anaerobios.
Las bacterias que sucumben ante Lincoxil, y por las que el medicamento ha sido diseñado, son: Brachyspira hyodysenteriae, y Clostridium perfringens. Sus denominaciones pueden parecernos muy extrañas, pero no lo son tanto, si añadimos que la primera es la causante de la disentería porcina, y la segunda de la enteritis necrótica en pollos. Por tanto, Lincoxil se constituye como un fármaco idóneo para reestablecer la salud y el bienestar tanto en porcinos, como en pollos de engorde. El objetivo y razón de ser de Farma Higiene es proporcionar, a todos/as aquellos que nos han otorgado su confianza, los mejores y más eficaces productos del mercado. Resolver los problemas de nuestros compañeros ganaderos y conservar la salud y bienestar de sus animales, es nuestro objetivo diario.