Puesto que aún no hemos llegado a crear el medicamento veterinario que cure la leishmaniosis, haciendo desaparecer por completo la carga viral de leishmania en el perro, el objetivo debía de ponerse en crear herramientas farmacológicas que confirieran al perro la mayor inmunidad posible para su prevención. También, qué duda cabe, en reducir la virulencia de los perros ya contagiados. El honor de conquistar un territorio más, en la larga batalla que debe de perder la leishmaniosis, hemos de atribuírselo a Leisguard contra la leishmaniosis. Y es que fueron 10 largos y duros años de investigación, para que finalmente saliera a la luz.
Las pruebas de los ensayos clínicos a que Leisguard contra la leishmaniosis se sometió, revelaban que el perro que se trataba con este medicamento veterinario, no importaba raza o edad, poseía un peligro 7,2 veces menor de contagio y desarrollo de leishmaniosis. Los datos fascinaron al público veterinario, y más cuanto que esos datos no se basaban en especulaciones teóricas, sino en la exposición de facto de muchos perros sanos a zonas endémicas de la enfermedad, como la cuenca mediterránea.
La importancia de Leisguard contra la leishmaniosis
En algunas regiones de nuestro país, el porcentaje de perros infectados por leishmania puede ascender hasta el 40 %, cifras temibles y brutales, como la de 2,5 millones de perros infectados en el Suroeste europeo. Con las estadísticas acusando un crecimiento anual cada vez mayor, el freno y retroceso de la leishmaniosis pasan por un blindaje inmunitario del perro.
Leisguard contra la leishmaniosis lleva su lucha al sistema y red celular del animal. Desde ahí, confiere mayor resistencia, vigorosidad y protección a las células, incrementando la respuesta inmunitaria de estas. Se trata de que cuando el protozoo leishmania pretenda infectar al perro, encuentre la mayor de las defensas que estén en nuestra mano. Aunque aún queda mucho por hacer, el tratamiento con Leisguard ha demostrado ser un éxito. El 80% de los perros no infectados quedan protegidos, e incluso en aquellos que ya lo han sido, los daños declinan o incluyo desaparecen. Medicamentos veterinarios como Leisguard, suponen un tramo más en el sendero que conduce a la curación de la leishmaniosis, y que el temor, daños, defunciones que provoca hoy esta enfermedad en los perros, sea cosa del pasado.
Composición (cada ml contiene):
Sustancias activas:
Domperidona: 5 mg.
Excipientes:
para-Hidroxibenzoato de metilo (E 218): 1,80 mg;
para-Hidroxibenzoato de propilo (E 216): 0,20 mg;
Amarillo de quinoleína (E 104): 0,20 mg.
Si busca un promotor inmunológico natural como prevención o refuerzo: Vetinmune