Comederos para gallinas, tipos y comparativa

Entre el equipamiento necesario, los comederos para gallinas son indispensables. El agua y el alimento son los dos elementos básicos que la gallina debe recibir del exterior. En ocasiones, en los pequeños corrales, optamos por construir o elaborar nuestros propios comederos para gallinas. El problema sobreviene cuando, finalmente, estos comederos terminan muy pronto por deteriorarse, no tienen la estabilidad necesaria, o acaban siendo un residuo más del propio corral.
Los comederos para gallinas comercializados hoy, son una inversión segura, en tanto en cuanto, no suponen un gasto elevado, y además, son muy resistentes y duraderos. Además de equipar práctica y estéticamente al corral, nos proporcionan una solución a largo tiempo.
Los comederos para gallinas que encontramos hoy, son, por ejemplo, resistentes: por su material (chapa galvanizada, por ejemplo), no se erosionan ni deterioran fácilmente con la lluvia, temperaturas extremas, golpes,... ; son de cavidades amplias, con capacidad para varios kilos de alimento, con lo cual ganamos en despreocupación; son estables, no fácilmente o imposibles de mover, con lo cual, no serán derrumbadas por las aves, ni la comida será desperdiciada; además, entre los comederos para gallinas, encontramos algunos con mecanismos sofisticados: de apertura mecánica para evitar la rapiña de otras aves en libertad, etc.
¿Qué tipo de comedero para gallinas es mejor?
Desde comederos automáticos, hasta tolvas mecánicas o de chapa galvanizada, son numerosos los tipos de comederos para gallinas que existen. Ninguno es mejor que otro, simplemente hay que encontrar el que mejor se adapte a las necesidades de tu granja y de tus gallinas.
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