La fragilidad térmica de las camadas, en sus primeros momentos de vida, es una coyuntura a atender para garantizar la viabilidad de los animales recién nacidos. Como el desarrollo no ha hecho nada más que comenzar, aún no poseen armas para hacer frente a la hostilidad exterior. Poco a poco, durante el crecimiento, las irán adquiriendo.
Porque cuando tenemos un número de animales lo suficientemente grande, no podemos alimentarlas, dar servir el agua o repartir productos necesarios a mano. Sería un trabajo para las 24 horas del día, como quien dice. Aunque la verdad, no hace falta tener muchas animales para necesitar equipos automáticos. Con tener un trabajo que te tenga fuera de casa todo le día, ya lo estás necesitando.
Las explotaciones de animales, incluso las más pequeñas, deben contar con equipos automática para asegurar que los animales nunca estén incómodos por ningún motivo. Es por mucho motivos. El primero y fundamental porque queremos a nuestros animales. Nos dan de comer, nos dan el trabajo, nos dan la vida.
Equilibrio térmico conseguido con la Bombilla de infrarrojos para calefacción ganadera Divasa
El equilibrio de la temperatura corporal, desde el momento del parto en los recién nacidos, es indispensable. Una hipotermia o principio de ésta, en esta etapa, puede provocar desde deficiencias de desarrollo y crecimiento, hasta consecuencias letales.
Puesto que estos animales aún no son capaces de generar el suficiente calor que necesitan, necesitan de herramientas que se lo dispensen. La Bombilla de infrarrojos para calefacción Token, desarrollada para una adecuada calefacción, generará una temperatura ideal y óptima, calentando el ambiente o emplazamiento donde los animales se hospeden, ayudando a su desarrollo, y a la superación de esta etapa tan delicada y frágil.
Es un producto destinado tanto a animales de ganadería, como a mascotas.
