La BVD en los comederos para vacas

Javier López
Javier López | Veterinario
17/08/2021 | Actualizado: 02/11/2023 17/08/2021
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La BVD en los comederos para vacas
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Todos los caminos llevan a Roma, y muchos caminos llevaron a la BVD (Diarrea Vírica Bovina). Su historia es la de una enfermedad, cuyo virus propiciatorio viajaba por lugares muy lejanos unos de otros, pero que hacía acto de presencia al mismo tiempo frente a nuestras propias narices: en nuestra granja, animales, pasando de unos a otros con el contacto físico, abundando en los comederos para vacas … La historia del virus causante de la BVD tiene un origen curioso. Pareciera que el virus quiso jugar a un difícil reconocimiento, dejando pistas dispersas por todo el mundo, a la misma vez que se encontraba frente a nosotros. Y de ahí, la decisión de titular este prólogo así: desde los lugares más recónditos, hasta los mismos comederos para vacas … ¿ Por qué comederos para vacas ? Porque una de las posibles transmisiones del virus de la BVD es por vía nasofaríngea, y ya sabemos la facilidad que encuentran los contagios por esta vía. Los comederos para vacas pueden simbolizar ese tipo de situaciones muy favorables para ellos.

Nuestras vacas contagiándose unas a otras de un virus desconocido, con los mismos síntomas, pero denominándose de forma distinta según el lugar de su aparición, sin saber que se estaba hablando sobre la misma problemática. Esta fue la situación décadas atrás. Y es que, la BVD brotó a lo largo de una década sobre distintas ganaderías de distintos países e incluso continentes, así que el proceso por el cual se la fue identificando con un denominador mundial común requirió su tiempo. En 1964, se la describe en EE.UU. Es en aquel país una enfermedad muy contagiosa, que está causando una seria preocupación. En Canadá, poco tiempo después, una enfermedad similar a la llamada enfermedad de la mucosa, está causando estragos severos en el ganado bovino. Pero antes que en esto dos países, en Alemania, a finales de la década de los 50, la enfermedad “Schleimhautkrankheit”, amenazaba seriamente la vida de las vacas. Y en unos y otros casos, era la misma Diarrea Vírica Bovina, como la conocemos hoy, la que estaba detrás de todas esas denominaciones diferentes.

La enfermedad, se produce por una sobreinfección de una cepa citopática de BVDV (Virus de la Diarrea Vírica Bovina), en un animal previamente infectado de una cepa no citopática del mismo virus. Son los llamados animales de infección persistente, o permanentemente infectados. En 1961, la cepa citopática fue aislada, e inventadas las primeras vacunas sistemáticas para combatirla. Con esta introducción, damos comienzo a nuestro propósito de dar a conocer, mediante sucesivos artículos, todo lo que rodea la BVD. Enfermedad que se originó a prueba de detectives, dejando pistas desperdigadas; esta enfermedad capaz de viajar con un pasaporte distinto de un continente a otro. Para ello, nos iremos ayudando de los ambiciosos proyectos de investigación que los expertos del prestigioso laboratorio Boehringer Ingelheim han ido llevando a cabo; planteados para vincular, hacer de nexo unitario, y de puesta en común internacional de la documentación sobre la trascendencia de esta enfermedad, recogiendo sus impactos, consejos, testimonios, estudios, congresos, investigaciones, datos…

Si hablamos de BVD, no podemos olvidar traer a colación su antídoto: Bovela. Si no fuera así, estaríamos ofreciendo una perspectiva negativa y poco realista de la problemática. Es cierto que la BVD es grave, y representa un problema mundial, pero gracias a Bovela, vacuna pionera y exclusiva en la protección inmunológica de nuestras vacas frente a la BVD, estamos en poder de salvaguardar la salud y el bienestar de nuestros animales. Bovela es capaz de prevenir el nacimiento de terneros ya permanentemente infectados, así como de mejorar el estado clínico de los terneros y vacas ya infectadas, reduciendo ostensiblemente su carga viral.

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