Metacam Perros Antiinflamatorios

Metacam, es una prestigiosa gama antiinflamatoria de Boehringer Ingelheim, destinada a paliar los cursos de inflamación y dolor en animales de ganadería y mascotas.

Metacam Perros es un producto farmacológico de referencia y fiabilidad para el profesional veterinario, frente a patologías o afecciones que cursan con inflamación y dolor. En la clínica veterinaria, está indicado para la terapia del trastorno músculo-esquelético agudo, por accidente o trauma, o crónico.

La gran composición de Metacam Perros

Se compone del principio activo meloxicam, un antiinflamatorio no esteroideo (AINE), con actividad supresora de las síntesis de prostaglandinas (sustancias responsables del desencadenamiento de la inflamación, dolor, fiebre), demostrada. Sus efectos, además de antiinflamatorios, son también analgésicos y antipiréticos.

Metacam Perros se presenta en formato comprimidos masticables, y en formato suspensión oral.

Composición (Metacam comprimidos masticables para perros):

• Meloxicam.

Composición (Metacam suspensión oral, por cada ml):

• Sustancia activa: Meloxicam 1,5 mg (equivalente a 0,05 mg por gota).
• Excipiente: Benzoato de sodio 1,5 mg (equivalente a 0,05 mg por gota).

1mg – 2,5mg Comprimidos masticables para perros:

Metacam comprimidos masticables para perros se administra vía oral, junto con la comida, o separado. El aroma que contienen los comprimidos, lo hacen muy apetecibles para el perro. Se pueden partir o dividir, para adaptar bien la dosis al peso. Podemos elegir entre el formato 1 mg y el de 2,5 mg, según el peso del animal. La dosis inicial estimada, sólo para el primer día, es de 0,2mg de medicamento por peso del animal. Como la dosis de mantenimiento es de 0,1mg, y esta tabla que viene a continuación hace mención a ella, para la dosis del primer día sólo tendremos que doblar la cantidad que en la tabla aparezca.

Podemos ayudarnos, para la dosis inicial, con Metacam 5 mg/ml solución inyectable para perros y gatos. Una vez llegado el segundo día, y comenzado con la dosis de mantenimiento, la administración será también a razón de un comprimido al día, con una separación entre las tomas de 24 horas.

Para perros con un peso inferior a 4 kg, aconsejamos Metacam suspensión oral para perros.

1,5mg/ml  Suspensión oral.

Metacam suspensión oral necesita agitarse bien antes de su administración. Podemos mezclarlo con la comida, o administrarlo de forma directa en la boca. Veremos como en el envase se incluye un gotero dispensador del frasco, indicado para especies pequeñitas, y una jeringa dosificadora. La dosis inicial (0,2 mg de meloxicam/kg peso), sólo el primer día, debe duplicar la de mantenimiento (0,1 mg de meloxicam/kg peso al día, con 24 horas de separación).

Utilizando el gotero dispensador del frasco, podemos orientarnos así:

• Dosis inicial: 4 gotas/kg peso.
• Dosis de mantenimiento: 2 gotas/kg peso

Haciendo uso de la jeringa dosificadora, sólo tenemos que observar que la gradación cantidad de medicamento-peso está indicada para la dosis de mantenimiento. Por tanto, para la inicial, administraremos el doble.

También podemos contar con Metacam 5 mg/ml solución inyectable para la dosis de inicio. Para un tratamiento prolongado, una vez culminado el primer programa de tratamiento, con su respectiva respuesta clínica positiva, trataremos de ajustar y mantener una dosis que sea la mínima efectiva.

No usar el medicamento veterinario en los siguientes casos:

• durante la gestación o lactancia.
• en cursos de trastornos gastrointestinales como irritación y hemorragia, disfunción hepática, cardíaca o renal, y trastornos hemorrágicos.
• ante casos de hipersensibilidad a la sustancia activa o a algún excipiente.
• en perros de menos de 6 semanas de vida.

¿Sabía que…?

El atributo de ser  “el mejor amigo del hombre”, vuelve a quedar demostrado, tras el estudio llevado a cabo por Deborah Custance y Jennifer Mayer, profesionales del Departamento de Psicología en la universidad de London Goldmiths College.

Se trataba de observar, mediante experimentaciones con 18 perros de distintas razas, expuestos a sonidos y simulaciones de emociones humanas de las personas participantes, las reacciones de los perros. El resultado fue que, cuando las personas manifestaban emociones tristes, los perros sentían un impulso de consolación, que los llevaba a buscar el contacto, lamer, o mostrarse sumisos ante la persona triste.